Jeremy Reyes
Talk Show Host
Saludos, soy Jeremy.

Nací en Humacao, PR, pero he vivido en Las Piedras, PR toda mi vida. Sin apenas cumplir un mes de nacido, me cuentan (pues, aunque estuve ahí, no lo recuerdo) que tenía un absceso y que una mujer, al orar por mí, provocó que desapareciera, marcando mi vida para siempre. A esto se añade que crecí en una familia cristiana, con abuelos pastores, pero aun así conocí el lado oscuro del mundo, porque como todo joven sin dirección, la curiosidad hacia el mal me llamaba. Sin embargo, Dios estaba empeñado en mí por una razón que hoy entiendo.
Recuerdo estar en el balcón de la casa de mis abuelos, cuidando a mi abuela encamada, con los audífonos puestos y escuchando música melancólica. Solía tener supuestas conversaciones con Dios donde solo me quejaba y cuestionaba mi existencia. De pronto pasó una señora que nunca había visto y nunca volví a ver, y desde el portón me llamó para decirme varias cosas que solo Dios sabía y que yo le había expresado de forma muy exacta. Me recordó la palabra que Dios me había dado desde pequeño: que sobre mí había un llamado pastoral. Yo no lo creía; estaba en una etapa de desamores intensos, me consideraba agnóstico y lo último que quería escuchar era que Dios me llamaba a ser pastor.
El tiempo pasó y a mis 17 años sucedió algo que cambió mi vida para siempre. En una pelea, mi cabeza golpeó una loseta y comencé a sangrar mucho. Mi respiración empezó a disminuir, mi corazón a latir cada vez más lento y mi vista se nublaba; sentía que me estaba muriendo lentamente. Entonces le dije a Dios: “Dios, si tú existes y me das otra oportunidad, te prometo que viviré para ti.” En ese instante recobré todos mis sentidos y sentí un fuego que recorrió todo mi cuerpo. En el hospital me dieron 11 puntos por dentro y fuera de la herida. Esa cicatriz hoy me recuerda que no era mi promesa a Dios, sino la promesa de Dios cumpliéndose en mi vida.
Yo quería estudiar justicia criminal para ser policía e ingresar al FBI. Desde niño era el “justiciero” y soñaba con dedicarme a hacer justicia. Pero aunque ya me habían aceptado en la universidad, Dios me ministró inscribirme en el curso de entrenamiento personal, porque era algo que ya me llamaba mucho la atención. Así comenzó mi carrera en el campo de la salud.
Con el tiempo, me casé con Mariamgelis Cruz. Además de compartir el amor por Dios, también compartíamos el interés por la salud. En una reunión con nuestro padre espiritual, el Obispo José Padua, recibimos el reto de preparar una propuesta para un programa de radio donde habláramos sobre salud a la luz de la Palabra de Dios. Así nació KING F.I.T.
En un tiempo donde el enemigo busca limitar y destruir el propósito de muchos a través de enfermedades, nuestro deseo es compartir y orientar sobre la sanidad que nos pertenece a causa de Cristo. Lo hacemos ilustrando con las Escrituras los consejos de Dios para nuestro bienestar, y mostrando cómo los estudios científicos confirman lo que Él ya había dicho. La verdad es que la ciencia no contradice la Biblia, sino que afirma lo que Dios estableció. Nuestro propósito es educar para que entiendas lo que Jesús hizo para que estés bien, pero también lo que te toca hacer para cuidar este regalo.
👉 “Amado, deseo que seas prosperado en todo, y que tengas salud, a la vez que tu alma prospera.”
3 Juan 1:2 RVC