
Hola, soy Marisol Sánchez Vélez, nacida y criada en Guaynabo, Puerto Rico. Soy la menor de cuatro hermanos… y sí, la única nena 👧🏻. Eso significaba que, aunque me cuidaban mucho, siempre terminaba metida en todo: deportes, juegos, aventuras… ¡donde estaban ellos, ahí estaba yo!
Desde pequeña, mis papás me enseñaron a amar y servir a Dios. Estuve en el coro, en pantomimas y ayudando en la iglesia en todo lo que hiciera falta. También heredé de ellos el amor por la playa y la naturaleza. Tanto así, que de grande creé una página llamada ROUTE, donde compartía cada aventura y animaba a otros a disfrutar lo que Dios creó.
En la universidad comencé estudiando biología, porque soñaba con ser cardiocirujana, la primera doctora de mi familia y alguien que literalmente trabajara con el corazón de las personas. Pero Dios tenía otro plan: terminé cambiando a comunicaciones, y mientras tanto me formé en otras áreas como lenguaje de señas, fotografía y actuación. Hoy entiendo que, aunque no llegué a operar corazones, Dios me llevó a algo más grande: tocar corazones a través del servicio y la Palabra de Dios.
Hubo un tiempo en el que me aparté, y solté incluso lo que más amaba: la adoración. Pero al volver a los caminos, Dios me permitió retomar ese lugar en Su presencia y regresar a servir en lo que siempre había estado en mí desde niña. En este proceso, algo fundamental ha sido el cuidado y la enseñanza de mis apóstoles Max y Mariel Pacheco, quienes durante estos últimos años han guiado mi vida espiritual, enseñándome lo que es servir, amar y cuidar vidas como Dios manda.
Otro regalo inesperado fue la radio. No sabía nada de radio, pero Dios me empujó a ese camino a través de mi madre espiritual, mientras la apoyaba en su programa “Almuerzo para el Alma”, recibiendo llamadas. Fue entonces cuando, con la paciencia y enseñanza del Pastor Luis, comencé a aprender poco a poco. Me adiestraron, y hoy tengo la bendición de apoyar como programadora de radio. Nunca lo busqué ni estaba en mis planes, pero ha sido un espacio donde Dios me ha sorprendido y donde me estoy desenvolviendo con alegría.
Al final, creo con todo mi corazón lo que dice mi versículo favorito:
👉 Eclesiastés 3:11: “Todo lo hizo hermoso en su tiempo.”
Mi vida es testimonio de que lo sembrado de niña en el servicio sigue floreciendo hoy. Todo lo que hago, lo hago con amor para Dios y para bendecir a otros. Así como Dios pudo transformar mi vida, sé que a través de las ondas radiales también puede transformar y llegar a los corazones de muchos. Por eso es tan importante conectarte y recibir lo que Él está hablando a través de Blessing.fm.